Seymour "Sy" Parrish (Robin Williams) es un técnico en un laboratorio fotográfico en una tienda de revelado en "SavMart" en los suburbios de Los Ángeles, donde él vive su depresiva vida solo. Todos los días él trabaja para asegurar que sus clientes reciban la mejor calidad en sus fotos; su vida es realmente su trabajo, ya que no tiene nada o nadie por quien volver a casa cada día.
El cliente ocasional de la tienda SavMart no presta demasiada atención al hombre que está al otro lado del mostrador. Puede que quizás ni siquiera le haya visto. Para él forma parte de la decoración del local. Aunque Nina Yorkin (Connie Nielsen) sí que se ha fijado en él. Lo saluda con una sonrisa y le deja (le confía) los momentos más preciados de su vida familiar.
Sy (Robin Williams) ha podido ver el amor que se profesan Nina y su marido Will (Michael Vartan). Ha sido testigo de todas y cada una de las vacaciones de la familia. Ha visto crecer a su hijo Jake (Dylan Smith) desde que era un crío hasta que se ha convertido en un hombrecito de nueve años.
Con el tiempo, Sy ha desarrollado una obsesión con la familia. Él admira su felicidad y su opulencia, memoriza cada detalle acerca de ellos que puede aprender y finalmente comienza a acecharlos. Sobre todo, él fantasea creyéndose un miembro de la familia y compartiendo el amor que él cree que ellos deben sentir. Sin embargo, él es dolorosamente tímido, y sus intentos de acercarse a la familia son rechazados gentilmente.
Dado que ya confesé mi afición por este hombre, no voy a escatimar con sus películas. Talvez no a todos les guste esta película: por momentos, puede resultar densa o lenta. En mi humilde opinión es excelente. Grandes actuaciones, una muy buena caracterización en el papel de Robin y un suspenso, que al menos a mí, me mantuvo atrapada durante toda la película.
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