
Entonces, cuando parece que las cosas no pueden ir a peor, un extraño psicótico llamado John Shooter (John Turturro) aparece en su puerta, acusa a Rainey de plagiar su historia y pide una satisfacción. A pesar de los esfuerzos de Rainey para calmarle, Shooter se vuelve cada vez más insistente y hostil, insinuando una forma de justicia que podría incluir el asesinato a sangre fría.

Obligado a jugar al gato y el ratón, Rainey descubre que posee más astucia y determinación de lo que nunca hubiera imaginado. Al final, descubre que el escurridizo Shooter debe conocerlo mejor de lo que él se conoce a sí mismo.

Es una peli que te atrapa desde el primer minuto y que tiene un final que, algunos pueden decir que es "predecible" (no lo es para mí), pero remata la película de la mejor manera. Además actúa Johnny Depp, que le da ese toque piola a todas sus películas.
En mi opinión, una aaalta peli para un feriado con lluvia y sangre.